Luego de su exitoso Lucky Seven, Roberto Roena decidió grabar este álbum con un objetivo bien definido, que no era otro que volver al plano experimental que destacó en sus inicios, pero con los cambios musicales necesarios para no sonar "desfasado" u obsoleto.
La diferencia radicó en que mientras en los primeros trabajos del Apollo se tocaba por igual música latina que americana, en esta oportunidad se decidió trabajar bajo una óptica bastante vanguardista que el público no entendió en su momento, siendo este disco uno de los más infravalorados de toda la discografía de Roena, a pesar de tener muy buenos arreglos como Rico Guaguancó, Para Ser Rumbero (autoría de Rubén Blades, quien tiene una modesta participación en este tema) y el genial Apollo Theme.
Este disco cuenta con invitados como Louie Ramírez, Nicky Marrero, Alfredo De La Fé, Eddy Benítez, Ángel Cachete Maldonado entre otros, y por otra parte sería el último en el que participaría Sammy González como cantante, además de ser el abreboca de un nuevo período en el Apollo Sound, el cual se asentaría definitivamente en sus dos próximas producciones.
01. Rico guaguancó (Julio Gunda Merced)
02. Amistad barata (Rubén Blades)
03. Apelo (Baden Powell / Tite Curet Alonso)
04. Una mañana (Clare Fischer / Joaquín Prieto)
05. Para ser rumbero (Rubén Blades)
06. No lo corras (Sergio Sarmiento)
07. Mañana es domingo (Pedro Flores)
08. Apollo theme (Julio Gunda Merced)
09. Quisiera tener (Nick Jiménez)
10. Hora cero (Jorge Rivera)
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