En el pop rock hecho en España hay nombres destacados que han pasado a la historia, y Mecano indiscutiblemente es uno de ellos. En una cultura en la que no era raro ver a una mujer al frente de un escenario (ya artistas como Rocío Dúrcal e Isabel Pantoja habían logrado un gran éxito haciéndolo), este trío formado por los hermanos Ignacio y José María Cano con Ana Torroja como vocalista destacó al principio en el circuito discotequero nocturno de Madrid, para luego pasar a un plano protagónico, y fue precisamente con este disco (el cuarto de su carrera sin contar el álbum en vivo publicado el año anterior) que lograron la hazaña de convertirse en un fenómeno global vendiendo un millón de copias solo en España.
Para la producción de este disco la banda empezó a evidenciar los distintos rumbos que dos de sus protagonistas tomaban en sus vidas y en sus carreras; por un lado el sonido tecno y fiestero aportado por Nacho y por otro las letras maduras de José María, y con Ana en el medio uniendo estas dos fuerzas tan disímiles a pesar de llevar la misma sangre. Incluso la producción se hizo de manera separada, con cada uno de los hermanos trabajando sus temas en diferentes países y con diferente personal, con todo y eso la mezcla final no deja entrever nada de estos detalles, mostrando un producto sólido cuya única pega (que considero en parte atribuible a ella también) es la voz de la Torroja, con ese susurro a medias que muchas veces no dejaba disfrutar totalmente las tremendas letras que tan bien interpretaba. Y es precisamente gracias a las letras del mayor de los Cano que este disco adquirió fama mundial, a través de temazos como Cruz de Navajas, Hijo de la Luna y la impresionante balada Me Cuesta Tanto Olvidarte (de cuyo primer verso toma su título este disco).
A pesar del éxito, la fractura dentro del grupo fue creciendo cada vez más hasta su ruptura definitiva 6 años más tarde, algo que no impidió, sin embargo, que Mecano se conviertiera en una especie de grupo de culto y que sirviera de influencia para tantas otras agrupaciones similares que surgieron posteriormente.
01. Ay qué pesado (Ignacio Cano)
02. Ángel (Ignacio Cano)
03. Hijo de la luna (José María Cano)
04. 50 palabras, 60 palabras o 100 (Ignacio Cano)
05. Te busqué (Ignacio Cano)
06. Me cuesta tanto olvidarte (José María Cano)
07. No tienes nada que perder (Ignacio Cano)
08. Las curvas de esa chica (Ignacio Cano)
09. No es serio este cementerio (José María Cano)
10. Cruz de navajas (José María Cano)
11. Las cosas pares (Ignacio Cano)
12. Esta es la historia de un amor (Ignacio Cano)
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